Desde la creación Dios dejó las lumbreras en los cielos con propósitos definidos:
“Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales, para tiempos establecidos con un propósito definido (מוֹעָדָה) , para días y años” (Génesis 1:14)
Lamentablemente las Biblias han traducido la palabra מוֹעָדָה (moedim) como “estaciones”, sin embargo la palabra מוֹעָדָה indica mucho más que eso.
Dios no puso las estrellas y los planetas al azar, o “de adorno”. Lo hizo con “el propósito de señalizar“.
El propio Señor Jesucristo advierte que “Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas.” (Lucas 21:25) Lo que nos debe impulsar a todo cristiano bíblico a observar y entender el significado de dichas señales.
Curiosamente para el resto del mundo la frase: “los planetas están alineados” conlleva una connotación de tiempo propicio, un momento en el que las cosas parecen encajar, creando una oportunidad para el cambio (algo que ellos perciben a simple vista, sin estarse apuntando con el dedo como acostumbran muchos que dicen ser “cristianos”).
Con esto en mente, es digno de mención que cuando Donald Trump comenzó lo que “se espera” sea un “mandato transformador” como Presidente, ese día, seis planetas se alinearon para formar lo que se llama un “desfile planetario”.
Un desfile planetario ocurre cuando una cantidad de planetas, a pesar de sus diferentes velocidades y distancias orbitales, se posicionan a lo largo de la eclíptica del Sol, de modo que aparecen en una línea a través del cielo.
Si bien estas alineaciones no son inusuales, es relativamente raro ver una alineación de seis, por lo que la actual que involucra a Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno está generando un gran revuelo en la comunidad astronómica.
Según los observadores del cielo, el mejor momento para ver el desfile es desde fines de enero, en las horas posteriores al atardecer.
Mire hacia el sudoeste para ver a Venus y Saturno, que son brillantes, y luego hacia arriba y hacia el este para localizar a los demás.
El clímax, sin embargo, tendrá lugar el 28 de febrero, cuando un séptimo planeta, Mercurio, se una al desfile para formar una alineación de todos los planetas visibles desde la Tierra.
Un desfile de los siete planetas es bastante raro, ya que ocurre en promedio solo cada algunas décadas.
Para aumentar el aire “de buen augurio” (entiéndase como ironía), el desfile de este año es visible al anochecer, cuando la gente todavía está fuera de casa, y durante los meses de invierno (en el hemisferio norte), cuando los objetos celestiales se ven más brillantes debido a la falta de neblina atmosférica. Y en Verano, como ocurre en el hemisferio Sur donde los cielos despejados permitirán observar este evento.
Es como si los cielos estuvieran extendiendo una invitación especial para mirar hacia arriba (Lucas 21:28).
IMPLICACIONES BÍBLICAS A CONSIDERAR
Dado que Dios creó los cuerpos celestiales como “señales” para marcar momentos importantes (Génesis 1:14), es interesante considerar los detalles en torno a la alineación planetaria de este año:
- La alineación comenzó el 21 de enero, la fecha en que Donald Trump comenzó su último mandato transformacional como presidente. Proféticamente, la “última trompeta” anuncia la “transformación” de los creyentes en el Rapto (1 Corintios 15:52; 1 Tes. 4:16).
- El desfile de seis planetas que se convierten en siete denota la finalización, como en el fin de la Era de la Iglesia (Epístola de Bernabé 15:3-5 (*).
- El planeta cuya aparición marca el clímax del desfile, Mercurio:
– Completa el desfile al entrar en la constelación de Piscis, el pez que simboliza a la Iglesia.
– Está asociado con Pablo, el Apóstol de los gentiles (Hechos 14:12 RV).
– Es el planeta más cercano al Sol, evocando la cercanía del Señor (Sal. 84:11; 19:5).
– Orbita alrededor del Sol en 88 días.Dado que 8 es el número de los nuevos comienzos, la órbita veloz de Mercurio sugiere cambios rápidos.- El desfile se completa con el inicio del duodécimo mes bíblico, Adar.Adar es históricamente el último mes de esclavitud en Egipto, antes de la liberación en Nisan.También es el mes de Purim, la festividad que celebra la liberación de los judíos de la aniquilación en la antigua Persia (Ester 9:26-32). - Finalmente, dos semanas después de que Mercurio complete el desfile planetario, en la festividad antes mencionada de Purim (Adar/14 de marzo), ocurre otra señal celestial:un eclipse de luna de sangre sobre los EE. UU., la nación donde vive aproximadamente la mitad de los judíos del mundo.Además, la luna de sangre de Purim ocurre dos semanas antes del aniversario del eclipse solar estadounidense en Nisan del año pasado.El sol oscurecido y la luna de sangre sobre los EE. UU. en el lapso de un solo año bíblico (un patrón que no se repetirá en este siglo) hacen eco de la señal más notable de las Escrituras sobre el fin de los tiempos:“El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día grande y terrible de Jehová” (Joel 2:31).
RESUMEN Y CONCLUSIÓN
Dios creó los cuerpos celestes para que hubiera señales que marcaran momentos importantes.
La alineación planetaria de este año, que coincide con la presidencia transformadora de Trump y los eclipses estadounidenses, sugiere que estamos entrando en un período de cambio rápido y monumental.
Si bien las señales presagian grandes problemas para quienes no conocen al Señor Jesús, son un faro de esperanza para quienes sí lo conocen:
“Cuando estas señales comiencen a manifestarse, levántense y levanten la cabeza, porque su redención está cerca” (Lucas 21:25, 28).
MENSAJE IMPORTANTE:
Nadie sabe el día ni la hora exacta del regreso de Jesús (Mateo 24:36). Sin embargo, la convergencia de señales y cronologías bíblicas indican, que el arrebatamiento de la Iglesia está cerca.
Para escapar del juicio reservado para un mundo que rechaza a Dios, debemos reconocer al Señor Jesús como nuestro Señor y Salvador.
Si aún no lo ha hecho, invoque Su nombre y crea que Él es el Hijo de Dios, que murió por nuestros pecados, y resucitó de entre los muertos, y será salvo (1 Corintios 15:1-4, Romanos 10:13).
FUENTES Y NOTAS:
(*) La Epístola de Bernabé es un libro histórico no incluido en el Canon Oficial, que relata el desarrollo y pensamiento de la Iglesia primitiva.
1. Sobre la alineación planetaria de 2025
2. La primera gran oportunidad para ver la alineación planetaria fue el 21 de enero, cuando la luna alcanzó su fase de Cuarto Menguante y salió alrededor de la medianoche.
3. El día en que Mercurio se une al desfile en Piscis, la Luna se une al Sol, simbolizando a la Iglesia y al Novio, respectivamente, en Acuario, el portador de agua que simboliza el derramamiento del Espíritu Santo.
4. En la mitología romana, Mercurio era el mensajero de pies ligeros encargado de entregar mensajes entre los dioses y los humanos. Los romanos llamaban a Pablo “Mercurio” porque era el orador principal
(Hechos 14:12 RV).
5. Luna de sangre de Purim de 2025:
6. Eclipse solar estadounidense de 2024
7. Estados Unidos no verá un eclipse solar total seguido de un eclipse lunar total hasta 2045 y 2048, respectivamente, y estos no ocurren en fechas bíblicas significativas o durante un solo año bíblico como en 2024-25.
https://www.timeanddate.com/eclipse/solar/2045-august-12
https://www.timeanddate.com/eclipse/lunar/2048-january-1
https://eclipse.gsfc.nasa.gov/solar.html
https://eclipse.gsfc.nasa.gov/lunar.html
Agradecimientos al hermano T.W. Tramm